La congelación de óvulos, también conocida como criopreservación de óvulos, es un procedimiento médico en el cual los óvulos de una mujer se extraen, se enfrían a temperaturas extremadamente bajas y luego se almacenan para su uso futuro. Este proceso se lleva a cabo con el propósito de preservar la fertilidad de una mujer, permitiéndole posponer la maternidad hasta un momento en el que esté más preparada o cuando las circunstancias sean más favorables.
El primer nacimiento humano a partir de un óvulo congelado se informó en 1986. La criopreservación de óvulos ha avanzado mucho en los últimos años, con una tasa mayor de éxito cada día. La Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva ya no lo considera un procedimiento experimental. Las técnicas que conducen a una mayor supervivencia de los gametos, la fertilización potencial y las tasas de nacidos vivos permiten a las mujeres un grado de autonomía mucho mayor que el que era posible incluso en los últimos 5 años.
¿Quién necesita la congelación de óvulos?
- Mujeres con cáncer que requieren quimioterapia y/o radioterapia que puede afectar la fertilidad.
- Cirugía que puede causar daño a los ovarios.
- Riesgo de insuficiencia ovárica prematura debido a anomalías cromosómicas (p. ej., síndrome de Turner, síndrome de X frágil) o antecedentes familiares de menopausia precoz.
- Enfermedad ovárica con riesgo de daño a los ovarios.
- Mutaciones genéticas que requieren la extirpación de los ovarios (por ejemplo, mutación BRCA).
- Preservación de la fertilidad por razones sociales o personales para retrasar la maternidad.
Fuentes: https://www.reproduccionasistida.org/
https://www.uclahealth.org/
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